Seguidores

miércoles, 18 de agosto de 2010

Oneshoots Lovers - Edward

Edward POV- Declaración


Nunca había sufrido tanto… saber que ella estaba en peligro mortal me hacía doler todas las extremidades de mi cuerpo, como si realmente me estuviera ahogando, como si me estuvieran arrancando el corazón con las manos. James la acechaba y no podía permitir que le hiciera daño, no a ella… no a Bella, la dueña de mi completa existencia, la que se había convertido en lo más importante, sin importar cualquier cosa, y por ningún motivo me hubiese perdonado si algo llegaba a sucederle… me culparía eternamente… me quitaría la vida, si eso es lo que tengo. 
Luego de recuperarse unos días en el hospital, cuidándola sin apartarme de ella un instante, por la noche ya con Charlie en sueños aparecí en su habitación, tenía que decirle lo que me sucedía, lo que me hacía sentir cada vez que parpadeaba al mirarme, cada vez que rozaba sus tibias manos sobre las mías o cuando escuchaba el agitado latir de su corazón cuando la besaba… estaba enamorado y nadie podría quitármelo jamás. 
Ella me esperaba recostada en la cama e hizo un espacio invitándome a acompañarla, una vez allí apoyó su cabeza en mi pecho y así permaneció.
— No sabes lo tranquilizante que se siente esto.  dijo.
El olor de su pelo me hizo estremecer, mi garganta ardió. Hice un gesto de dolor y agradecí que ella no pudiera verme, se preocuparía y yo no la sentiría. Era el dolor más embriagador que jamás había probado, simplemente increíble.
— ¿Edward? Por favor, debes prometerme que nunca vamos a estar apartados, te pertenezco… Debiste haber dejado que me convirtiera.
No podría estar lejos de ella, preferiría la muerte, era cierto, pero tampoco podía ser tan egoísta y aceptar lo que me pedía. 
— Bella, debes entender una cosa, causas miles de efectos en mí… verte y estar contigo es un soplo de aire que me inspira, me alimenta, me excita, me tranquiliza, me perturba, me mata… Es algo que nunca he sentido, ni en mis 109 años de vida, si es que eso es lo que es. Por favor, compadécete de mi, no puedes pedirme eso, destruiría todo… 
La levanté suavemente de mi regazo, me senté y sostuve su delicado rostro con mis manos, ella sólo me miró en silencio, supuse que no tenía nada para decir, pero de pronto lágrimas corrieron por sus mejillas. Quise defenderla del universo entero, nadie jamás podrá hacerte daño.
—Te amo, de todas las maravillas que he visto, tu eres de las más hermosa e inolvidable. — La abracé, intente protegerla con mi frío cuerpo, sin más. Éramos sólo nosotros en la oscuridad de su cuarto.
— Te amo, como nunca a nadie. — dijo, y aunque me llenaba de dicha saber que me correspondía no podía alegrarme por completo, ella no debía sentirse así, no debe…
— Te amo, — repitió
— Tienes que dejar de decir eso, enserio —  dije concentrándome en mis pensamientos — no deberías…
— No puedo, nunca antes me sentí así. 
— Claro que no, tienes diecisiete — 
— También tu. — dijo acariciándome.
Sonreí ante su picardía, tenía razón.
— Tu amor es demasiado precioso para que yo me crea su dueño, pero en cada caricia que recibo de tus manos puedo vernos en medio de la luz, estoy muerto en medio de la vida pero tú cambias… lo cambias todo.
— Te amo Edward, para siempre.
— Te amo Mi Bella,
Ya era entrada la medianoche, la volví a recostar sobre mi pecho y comencé a tararear su nana. Estábamos solos en medio del amor y nos habíamos declarado. Sí, nos habíamos declarado amor eterno.
-
Espero que les haya gustado, ando con muy poca inspiración pero este me gustó mucho.
Un beso enorme! Dedicado especialmente para Carito que estuvo animándome mucho a escribir y infinitas gracias por su paciencia. 

domingo, 8 de agosto de 2010

Recado

Por favor, no desesperen.
Estoy trabajando muy arduamente en mis capítulos, espero que sigan visitándome como lo han estado haciendo. Muchísimas gracias.